Dice mi amigo Hector Botello, que esta no es fecha para festejar, pero sí para hacer conciencia real de lo que implica vivir en condiciones de otro orden. Hace algunos ayeres tuve el gusto de conocer a Don Héctor en una sala de prensa, desde entonces empezamos a trabajar juntos en un proyecto que tiempo después tomó forma en un medio impreso; tal vez se piense que no logramos gran cosa por el tiempo que duró dicha idea, pero fue suficiente para conocer que a un gran hombre y un luchador que me enseñó a ver al mundo de frente, con energía y determinación, cualidades que había visto ya mucho tiempo antes en los ojos y la vida de mi madre.
Este día es cierto, no de debe festejar, no se resume en la idea de una teletón, de una rampa, una silla de ruedas o un bastón; no se trata sólo de escuelas de educación especial, de terapias, de programas gubernamentales o negocios televisivos, es día debería viviese viendo y tomando en cuenta al otro, donde la famosa palabra inclusión se vuelve verdad, se pone en práctica, y deja de ser mera verborrea. En el mundo hay cerca de mil millones de personas con alguna capacidad especial, de éstas, aproximadamente el 80% viven en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, por ello este año bajo el lema: Desarrollo sustentable (La promesa de la tecnología), se piensa que los aditamentos tecnológicos deben servir para hacernos una mejor estancia en el tiempo y espacio que nos toca vivir.
Y creo sin dudarlo que cuando se mezcle el respeto y la empatía con todo este mundo tecnológico, dejaremos de recordamos fechas como estas.