La nota chacotera: ¿Qué le preguntarías al Chapo?

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POR FCPR.

En los últimos días se ha mencionado, tenido, tratado y manoseado  tanta información sobre la aprehensión de Joaquín el Chapo Guzmán, que la gente, la sociedad en general  ve a este sui generis personaje como un héroe, o como el antihéroe de cualquier filme extranjero que de pronto es amado, idolatrado y hasta imitado por un cúmulo de fans que lo enarbolan como la imagen a seguir de la historia nacional.

En donde éste ya no es el villano, ya no es el malo del cuento, ya no es el odiado, ya no es nada más lo que los medios y las noticias dicen, ahora se ha convertido en el artista que poco falta reparta autógrafos, salga a la calle y se tome selfies con la chaviza que lo ve como el papá, el marido, el tío, el patrón, el jefe de jefes que esperaba con cierta inocencia contar su historia a través de una película, que hablara de sus nobles y sencillos orígenes, que hablara de cómo se hizo el personaje que hoy es.

El Chapo Guzmán y los medios de comunicación en México, especialmente los oficiales, están protagonizando una historia que poco le falta sea un melodrama al puro estilo de Yolanda Vargas Dulché, en donde la chica, a quien ahora intentan crucificar y ajusticiar, cual María Candelaria, es una Kate del Castillo que de pronto se ve declarando ante la PGR por nexos con el narcotraficante más buscado del mundo, y su relación que hasta tiene tintes románticos está siendo calificada como si ella fuera la verdadera Reina del Sur, como si su personaje le haya quitado vida propia para convertirse en enemiga y protagonista que rebasa cualquier guion original.

Pero más allá de la historia que se intenta escribir, hay un mundo de niños y jóvenes que cada día potencializan su devoción y simpatía por este medio y forma de vida llamada narcotráfico, y son ellos a los que de forma espontánea les cuestiono qué le preguntarían al Chapo Guzmán, y sin tapujos ni golpes de pecho responden:

  • ¿Quieres ser mi tío?
  • ¿Me darías tu autógrafo?
  • ¿Te quieres casar conmigo?
  • ¿Me llevas a vivir contigo?
  • ¿Me darías trabajo?

Y así continúa la lista de interrogantes que los hijos de alguien, todos pubertos y saturados de información a partir del consumo de programas como el Señor de los Cielos, harían al hombre que hasta hace unos días era el delincuente más buscado del mundo, a quien por cierto, no le temen, no lo odian y lo peor, le ven como modelo a seguir, lo comparan y serían capaces de votar por él si es que en sus manos estuviera elegirlo como representante nacional en el rubro político, porque dicen, estos niños con cara de futuro,

que por lo menos con el Chapo, todos estaríamos parejos y nos habría tanta violencia…

A distancia no veo a México saliendo del atolladero, mi expectativa con respecto al tema se reserva porque el escepticismo no puede más, sólo espero con fe, que al pasar de los años la percepción de esta juventud con sueños guajiros de poder y dinero, aterrice en que la vida es mejor cuando el trabajo honesto está libre de sangre, corrupción y delincuencia, en donde tal vez la de la utopía, sea sólo yo.